Covid en México: AMLO y Slim, los dos hombres más poderosos del país están infectados

El contagio casi simultáneo de los dos hombres más poderosos de México, el presidente Andrés López Obrador y el magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim, parece una gran metáfora del perfil de la pandemia de Covid-19 en este país.

Por un lado refleja cómo la peste no respeta a nadie: ni nivel económico ni raza ni credo y mucho menos ideología. Pero al mismo tiempo se lee como un gran símbolo de la desigualdad lacerante en la nación latinoamericana. De este modo, dicen los entendidos, el contagio de dos personajes prominentes opaca la realidad ominosa de quienes la sufren "a ras de piso".

Todo a su disposición

Mientras el mandatario y el jefe de Estado, que mantienen una buena relación, tienen un equipo de especialistas al cuidado que vigilan hasta el más mínimo detalle el curso de su enfermedad, miles de mexicanos no encuentran un espacio en un hospital en algunos de los 10 estados que son epicentro de la pandemia.

A pesar de su edad (López Obrador tiene 67 años y Slim 80), ninguno de los dos sufre la forma grave de la enfermedad, no obstante que ambos tienen males subyacentes de índole cardiovascular.  Paradójicamente, muchos mexicanos con diabetes o hipertensión que tienen más de 60 años suelen tener como destino el intubar y muchas veces mueren.

El hijo de Slim, del mismo nombre que su padre, señaló que éste sufre desde hace casi una semana "síntomas menores" de Covid y "evoluciona favorablemente" y que se sometió a exámenes clínicos preventivos en el Instituto Nacional de Nutrición.

El círculo cercano de AMLO

La ministra de Gobernación, Olga Sánchez, reveló que López Obrador está "recuperándose muy bien" tras dar positivo y agradeció a jefes de Estado y al pueblo de México por las muestras de apoyo que le han brindado.

El viceministro de Salud, Hugo López-Gatell, en confinamiento preventivo al igual que el canciller Marcelo Ebrard, la ministra de Economía, Tatiana Clouthier, y algunos gobernadores por tener contacto con López Obrador en los últimos días, indicó que éste ha presentado "síntomas leves como fiebre temporal.

No obstante no ha requerido de ser hospitalizado como lo señalaron algunas versiones y lo desmintieron fuentes oficiales ni ha tenido necesidad de recibir oxígeno suplementario. El portavoz presidencial, Jesús Ramírez, señaló que el mandatario, intervenido en 2013 del corazón y con presión arterial alta, mantiene "un buen ánimo y buen semblante".

La realidad de los demás: sin hospitales ni oxígeno

La gran paradoja en el país es que mientras la pandemia azota sin piedad a un tercio del territorio nacional y que la cifra de contagios sigue su veloz escalada ascendente, la noticia dominante es que se contagiaron el presidente y un magnate.

El más reciente conteo oficial arroja que México, cuarto país con mayor mortalidad por Covid-19, registra 1.771.740 contagios y rompió la barrera de los 150.000 fallecidos, Los medios otorgaron espacios secundarios a noticias espeluznantes como la escasez de ataúdes en las funerarias, las cuales anunciaron que usarán cartón como receptáculo final para los fallecidos que deban ser inhumados y no sujetos a cremación.

Otros temas urgentes como la saturación de los hospitales, los problemas para conseguir oxígeno, la falta de medicinas en hospitales y la saturación en los hornos crematorios, han quedado relegados a un segundo término en los espacios informativos.

Inclusive la próxima llegada de un primer cargamento de vacunas Sputnik-V (24 millones según lo acordado por López Obrador con el presidente ruso Vladimir Putin en una conversación telefónica realizada ayer), que será de 400.000 dosis dentro de una semana, no ha merecido el despliegue merecido.

¿Descuidos o un virus incontrolable?

Algunos analistas, como Mario Maldonado, comenzaron a preguntarse si "México está preparado para administrar un riesgo como el que significa que los dos hombres más poderosos del país estén infectados" del virus que ha matado a más de 2,1 millones de personas en el mundo.

Maldonado estima que los médicos del presidente debieron estar "en guardia sobre un posible contagio y sus asesores en alerta por el riesgo que podría generar para la estabilidad del país" y lo mismo podría ser válido, aunque en menor medida, para Slim. (ANSA)