#MeToo, la bomba que destruye silencios en el cine, el arte y la música

Un par de palabras han sido capaces de destruir silencios, complicidades, reputaciones y el sueño que representa ser estrella de cine o la música a cualquier precio. El “Yo También” le ha dado la vuelta al mundo para crear una cadena de denuncias contra figuras “intocables” en Hollywood, que utilizaron su posición de poder para acosar sexualmente a cientos de actrices y actores en la búsqueda de una oportunidad.

La belleza, la fama y el erotismo son parte esencial de una estrella de Hollywood, pero cuando las mujeres más hermosas revelan que han sido víctimas de acoso sexual de forma constante durante su carrera, esa realidad puede ser más dura que la de los propios personajes que han inmortalizado.

Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow; Ashley Judd, Emily Nestor, Laura Madden, Lucia Ecans, Asia Argento y Olivia Munn, entre muchas otras, aseguran que fueron víctimas de acoso sexual por parte de actores, directores, productores o ejecutivos de la industria del cine.

En total  38 mujeres han acusado públicamente al director estadounidense James Toback de encuentros sexuales no consensuados. El productor Harvey Weinstein también es acusado masivamente de acoso e insinuaciones y esto ha provocado que haya sido despedido incluso de su propia empresa.

A la dura realidad que se enfrentan las jóvenes actrices en el camino a la fama, Natalie Portman la ha resumido de la siguiente manera: “Hay tantas cosas que dábamos por sentadas como parte de nuestro mundo, hasta que cambió hace un mes...”

Entonces el #MeToo que lanzó Alyssa Milano ha creado una cadena de reacciones insospechadas y si bien aún es incierto si estas acusaciones tendrán un sustento legal para llevar a juicio a los “depredadores sexuales”, lo que es un hecho es que el rechazo social les pega en donde más les duele: en su imagen pública.

Esto indigna pero no sorprende

En el mundo del arte, las cosas no son diferentes. Un colectivo de mujeres denominado Not Surprised, ha recabado firmas de artistas que han sufrido los mismos ataques que las actrices de Hollywood y desde hace años, han denunciado a los acosadores de manera pública.

"Ahora somos demasiadas para que nos ignoren", dice una carta pública en donde al menos mil 600 mujeres vinculadas al mundo del arte han levantado la voz para que se detenga el hostigamiento en su contra.

"Artistas, administradoras, asistentes, becarias, curadoras, directoras, escritoras, editoras, educadoras, estudiantes, galeristas, y otras trabajadoras del mundo de arte hemos sido manoseadas, debilitadas, acosadas, infantilizadas, despreciadas, amenazadas e intimidadas por los que están en posiciones de poder y controlan el acceso a recursos y oportunidades", dice esta organización.

Sexo y rock and roll

Y en la música las cosas son muy parecidas, ya que algunas mujeres también han denunciado haber sido víctimas de acoso sexual durante algunas intervenciones en películas o incluso fueron violadas por rockeros famosos.

El caso de Björk, una figura de la música que fue la protagonista de la cinta Dancer In The Dark, dirigida por el danés Lars Von Trier, sufrió tocamientos y acoso por el director durante toda la filmación, ante lo cual la cantante quedó sorprendida dado que se dio cuenta que “la norma en el cine era que el rol de la mujer es el de alguien inferior”, declaró tiempo después.

Otro caso que ha salido a luz pública es el de Jessicka Addams, líder de la banda Jack Off Jill, quien afirmó que fue violada por Twiggy Ramirez, bajista de la agrupación de Marilyn Manson.

“Me tiró al suelo a la fuerza con su mano en mi cuello” –explica-, hasta que su “compañero de piso” llegó corriendo para ayudarla, pero asegura Jessicka Addams en una carta que publicó en su cuenta de Facebook, “acababa de ser violada por alguien a quien creía amar”.

Así, en estos casos la fama, fortuna o reconocimiento mundial no son nada cuando se es mujer y se está en el mundo del arte, la música o el espectáculo.

(Con información de El Semanario Sin Límites)