Consecuencias del consumo de bebidas hidratantes en niños y jóvenes

En el ámbito deportivo, se ha vuelto una práctica común consumir bebidas hidratantes entre los atletas para lograr una  correcta hidratación luego de un esfuerzo físico demandante y permitir así que el cuerpo realice más fácilmente los procesos de recuperación, después de perder líquidos en un entrenamiento o competencia.

De manera general, estas bebidas tienen una amplia aceptación y su consumo es percibido como algo positivo para el cuerpo humano; sin embargo, hay algunos factores que se deben considerar para dimensionar de forma real el valor de estas bebidas y sus efectos sobre todo en niños y jóvenes atletas.

Para el Nutriólogo Deportivo Armando Cruz, considera que “hay que explicar la importancia de la hidratación en niños y jóvenes atletas y por qué es fundamental estar tomando agua constantemente para su buen desarrollo, pero no hay que hacer tanto énfasis en bebidas energéticas o hidratantes, ya que no las necesitamos tanto como se piensa”.

Y agrega: “Si se tiene una buena alimentación y una buena hidratación con agua pura, el niño no requiere de estas bebidas porque su cuerpo no las va a absorber y no van a tener mayor beneficio en los niños o jóvenes”.

Pero además, un consumo excesivo de estas bebidas puede ocasionar efectos negativos en el organismo, provocando algunos daños en los riñones y propiciando la formación de cálculos o piedras al interior de estos órganos vitales para la vida humana.

“Esto porque al beber tanto de estas bebidas y poca agua, el cuerpo no desecha todos los componentes minerales que contienen en sus fórmulas. Si no se toma suficiente agua pura, no se da el proceso de filtración en los riñones y se depositan las sales en estos órganos, lo que a la larga ocasionan la formación de piedras”, explica el especialista.

Pero bebiendo las medidas correctas en lo momentos adecuados, estas bebidas pueden ser un buen complemento en le proceso de hidratación. “Como regla general, yo recomiendo que no sean más de 2 a la semana, hablando de niños que se ejercitan 3 o 4 veces más el día de la competencia”, afirma Adrián Cruz.

También hay que considerar las condiciones climatológicas y el desgaste físico luego de sesiones largas de entrenamiento, para utilizar adecuadamente estas bebidas. “Tal vez en tiempo de calor o después de un entrenamiento muy exhaustivo, es correcto tomar una bebidas de este tipo, es recomendable darles un pequeña bebida hidratante pero no más de 500 ml.”.

De esta forma, las bebidas hidratantes no van a tener el resultado prometido si no se tiene una suficiente ingestión de agua pura, una alimentación equilibrada y se toman en los momentos adecuados.

“El punto está en saber cuales son los momentos correctos para utilizarlos y no abusar de ellos. Pero esto también es una labor que deben de realizar los entrenadores dándoles una buena orientación a los jugadores, enseñándoles lo importante que es que los niños tomen 2 litros al día de agua pura cuando menos.”, concluye el especialista.

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