Remesas y trabajo de migrantes mejoran la vida de sus comunidades

Es indudable que las remesas enviadas por los hidalguenses que han migrado hacia los Estados Unidos en busca de oportunidades de desarrollo han tenido un impacto directo en la calidad de vida de sus familias y de sus comunidades.

Consideradas hasta antes de la crisis financiera que azotó la economía de los Estados Unidos como el segundo ingreso más importante de México, las remesas son un gran salvavidas para la economía local de todos esos municipios que se han caracterizado por ser grandes productores de migrantes.

Hidalgo está considerado como el cuarto estado del país que más número de migrantes tiene en la unión americana. Pero más allá de enviar recursos para mantener a su familia, algunos migrantes se han organizado, han creado grupos de apoyo mutuo y se han convertido en organizaciones capaces de invertir recursos en obras públicas.

Uno de los mejores ejemplos de esto es el club de migrantes conocido como el Consejo Mexicano de la Bahía de Tampa, en Clearwater, Florida, que con ayuda del Programa federal “3x1 para Migrantes”, remodelaron una escuela en el municipio de Ixmiquilpan con aportaciones económicas del propio club, del gobierno estatal y federal a través de la Sedesol en Hidalgo.

Aunque la obra  realizada en la Escuela Primaria General Ignacio Zaragoza de la comunidad de El Fitzhi es en realidad muy pequeña, esto representa todo el esfuerzo y sufrimiento que tienen que pasar los paisanos una vez que deciden pasar la frontera norte en la búsqueda de eso que algunos llaman “el sueño americano”.

Pero mejor aún, demuestra el interés y la capacidad de organización para mejorar no solamente el entorno familiar, sino que van más allá para que el impacto social sea comunitario, creando vínculos de identidad sólidos y una sensación de orgullo para todos aquellos que intervienen en este tipo de proyectos, ya sea desde los Estados Unidos o en las mismas poblaciones beneficiadas.

De esta forma, la migración hidalguense hacia los Estados Unidos ha sido una de las más constantes desde hace muchas décadas y a pesar de que esto representa una preocupación por la falta de empleo y oportunidades de desarrollo en su tierra natal, el trabajo en los clubes de migrantes es otra forma de mantener y fomentar el orgullo de pertenecer a una comunidad, un estado y un país a pesar de estar muy lejos de ellos…

(Columna Periódico Síntesis)

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