Mayor atención y oportunidades a las mujeres

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el gobernador de Hidalgo Francisco Olvera, anunció que ya está en marcha la creación del Centro Integral de Justicia para las mujeres, que ofrecerá atención jurídica, laboral y personal a las mujeres que soliciten la ayuda profesional especializada de este centro.

Durante el anuncio, Olvera señaló que este centro “atenderá cualquier denuncia registrada en Hidalgo respecto a la violencia familiar…” pero además de esto, aseguró que el gobierno a su mando está emprendiendo “cotidianamente acciones necesarias para potenciar en diferentes ámbitos la participación de las mujeres en el progreso estatal, al tiempo de brindarles opciones genuinas de desarrollo”.

Sin duda la participación femenina en diversos ámbitos laborales y profesionales, ya sea a nivel público o privado, ha aumentado considerablemente. Esto se puede considerar como un gran avance en temas de equidad de género y promueve una cultura de tolerancia, desarrollo y respeto hacia el talento y las capacidades de las mujeres.

Sin embrago, actualmente hay otra forma practica de mantener el dominio masculino en el ámbito laboral. Según cifras del INEGI correspondientes al año anterior, “en México las mujeres ganan, en promedio, entre cuatro y 12 por ciento menos sueldo que los varones”, lo que se traduce en menos ingresos y menos reconocimiento al trabajo femenino independientemente de sus capacidades.

Para la investigadora Ana Buquet Corleto, del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM. “la diferencia salarial es una clara muestra del desequilibrio que, con todo y los avances logrados por varias generaciones de mujeres en las últimas décadas, prevalece en muchos espacios de la vida diaria y reproduce un modelo cultural de desigualdad”.

De esta forma, crear espacios de ayuda a las mujeres siempre será de utilidad tomando en cuenta el contexto sociocultural que prevalece en el estado de Hidalgo, en donde la pobreza material, la ignorancia y las tradiciones han mantenido un modelo repetitivo de abusos y violencia hacia las mujeres.

Pero no hay que olvidar que los principales promotores de la igualdad y el equilibrio de género deben de ser los propios hombres, romper con los complejos de “superioridad” y reconocer cuando una mujer tiene talento, es profesional y tiene un buen proyecto de vida.

Si esto no cambia y las mujeres –implícitamente- siguen aceptando ciertas reglas, todavía vamos a tardar mucho tiempo en alcanzar una verdadera igualdad de género provechosa para toda la sociedad.